Salve, Reina de los, cielos, De misericordia Madre, Vida y dulzura divina; Esperanza nuestra, Salve; Nubecilla del Carmelo, Sednos protectora y Madre.
Dios te Salve, Templo hermoso Del divino Verbo en carne, Sálvete Dios, Madre Virgen, Pues eres Virgen y Madre; Nubecilla del Carmelo, Sednos protectora y Madre.
Volvednos, Madre piadosa, Vuestros ojos admirables, Y mirad por vuestros hijos, Pues que sois piadosa Madre; Nubecilla del Carmelo, Sednos protectora y Madre.
Socorrednos, pues escucha Que en las penas y combates A ti suspiramos todos En este lloroso valle; Nubecilla del Carmelo, Sednos protectora y Madre.
Mostradnos a vuestro Hijo De Josafat en el Valle, Piadoso, pues que nació De ese cristal admirable; Nubecilla del Carmelo, Sednos protectora y Madre.
Rogad por vuestros devotos A la bondad inefable; Pues murió para salvarnos, Por su clemencia nos salve; Nubecilla del Carmelo, Sednos protectora y Madre.
V. Ruega por nos, santa Madre de Dios. R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
Historia
de la Devoción a
Nuestra Señora del Monte Carmelo
Fiesta 16 de Julio
Nuestra Señora del Monte Carmelo
Fiesta 16 de Julio
Según tradición carmelita, el día de Pentecostés, ciertos
piadosos varones, que habían seguido la traza de vida de los Profetas Elías
y Eliseo, abrazaron la fe crisitana ; siendo ellos los primeros que levantaron un templo a
la Virgen María en la cumbre del Monte Carmelo, en el lugar mismo desde donde Elías
viera la nuve, que figuraba la fecundidad de la Madre de Dios. Estos religiosos se
llamaron Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, y pasaron a Europa en el siglo XIII ,
con los Cruzados, aprobando su regla Innocencio IV en 1245, bajo el generalato de San
Simón Stock.
El 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció a ese su
fervoroso servidor, y le entregó el hábito que había de ser su signo distintivo.
Inocencio bendijo ese hábito y le otorgó varios privilegios, no sólo para los
religiosos de la Orden, sino también para todos los Cofrades de Nuestra Señora del Monte
Carmelo. Llevando éstos el escapulario, que es la reducción del que llevan los
Carmelitas, participan de todos los méritos y oraciones de la Orden y puden esperar de
la Santísima. Virgen verse pronto libres del Purgatorio, si hubieran sido fieles en observar las
condiciones impuestas para su uso.
En este día pidamos acrecentamiento de devoción a María Santísima
que tan espléndida es con sus devotos; pues promete a los que llevaren puesto su santo
escapulario la eterna salvación y el alivio y abreviación de las penas del Purgatorio.
La estrella del Mar y los Carmelitas Ver: María, Estrella del Mar Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo. Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar. Vallamos a María, quien nos llama con su voz dulcísima de Madre.
PROMESAS DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
A SAN SIMÓN STOCK
16 de julio de
1251
"El que muere vestido de este Escapulario no
sufrirá las penas del fuego eterno".El Escapulario tiene un significado muy profundo para quien lo lleva puesto. Es un riquísimo "Obsequio del Cielo" que nos ha traído la misma Santa Virgen María; y a cada uno le dice así:
"Perseverad llevando puesto devotamente el Santo Escapulario, porque es mi Hábito.
El hecho de andar vestido de este Hábito mío, significa que estáis continuamente pensando en mí; y que yo, en turno, siempre estoy pensando en vosotros; y ayudándoos en asegurar la vida eterna ".
El escapulario es un sacramental Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial. El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos sino que nos nos disponen al amor a Dios y a la verdadera contrición del pecado si los recibimos con devoción. Los seres humanos nos comunicamos por símbolos. Así como tenemos banderas, escudos y también uniformes que nos identifican. Las comunidades religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios. Los laicos no pueden llevar hábito, pero los que desean asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario. La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella. Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda. (ver ilustración arriba). Se usa bajo la ropa. Junto con el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es uno de los mas importantes sacramentales marianos. Dice San Alfonso Ligorio, doctor de la Iglesia: "Así como los hombres se enorgullecen de que otros usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre María está satisfecha cuando sus servidores usan su escapulario como prueba de que se han dedicado a su servicio, y son miembros de la familia de la Madre de Dios."
TESTIMONIOS DE PERSONAS QUE HAN PORTADO EL ESCAPULARIO
El demonio odia el escapulario. Un día al Venerable Francisco Yepes se le cayó el escapulario. Mientras se lo ponía, el demonio aulló: "¡Quítate el hábito que nos arrebata tantas almas!".
"Un sacerdote de Chicago fue llamado para ir a asistir a un moribundo que había estado lejos de su fe y de los sacramentos por muchos años. El moribundo no quiso recibirlo, ni hablar con el. Pero el sacerdote insistió y le enseñó el escapulario que llevaba. Le preguntó si le permitiría ponérselo. El hombre aceptó con tal que el sacerdote lo dejara en paz. Una hora mas tarde el moribundo mandó a llamar al sacerdote pues deseaba confesarse y morir en gracia y amistad con Dios"
Salvados del Mar En el verano de 1845 el barco inglés, "Rey del Océano" se hallaba en medio de un feroz huracán. las olas lo azotaban sin piedad y el fin parecía cercano. Un ministro protestante llamado Fisher en compañía de su esposa e hijos y otros pasajeros fueron a la cubierta para suplicar misericordia y perdón. Entre la tripulación se encontraba el irlandés John McAuliffe. Al mirar la gravedad de la situación, el joven abrió su camisa, se quitó el Escapulario y, haciendo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas, lo lanzó al océano. En ese preciso momento el viento se calmó. Solamente una ola más llegó a la cubierta, trayendo con ella el Escapulario que quedó depositado a los pies del muchacho.
Durante lo acontecido el ministro había estado observando cuidadosamente las acciones de McAuliffe y fue testigo del milagro. Al interrogar al joven se informaron acerca de la Santísima Virgen y su Escapulario. El Sr. Fisher y su familia resolvieron ingresar en la Iglesia Católica lo más pronto posible y así disfrutar la gran protección del Escapulario de Nuestra Señora.
Un Hogar Salvado del Fuego En mayo de 1957, un sacerdote Carmelita en Alemania publicó una historia extraordinaria de cómo el Escapulario había librado un hogar del fuego. Una hilera completa de casas se habían incendiado en Westboden, Alemania. Los piadosos residentes de una casa de dos familias, al ver el fuego, inmediatamente colgaron un Escapulario a la puerta de la entrada principal. Centellas volaron sobre ella y alrededor de ella, pero la casa permaneció intacta. En 5 horas, 22 hogares habían sido reducidos a cenizas. La única construcción que permaneció intacta, en medio de la destrucción, fue aquella que tenía el Escapulario adherido a su puerta. Los cientos de personas que vinieron a ver el lugar que Nuestra Señora había salvado son testigos oculares del poder del Escapulario y de la intercesión de la Santísima Virgen María.
El Escapulario aviva el fervor En Octubre de 1952, un oficial de la Fuerza Aérea en Texas escribió lo siguiente: "Seis meses después de comenzar a usar el Escapulario, experimenté un notable cambio en mi vida. Casi inmediatamente comencé a asistir a Misa todos los días. Durante la cuaresma viví fervorosamente como nunca lo había hecho. Fui iniciado en la práctica de la meditación y me encontré realizando débiles intentos en al camino de la perfección. He estado tratando de vivir con Dios y doy el crédito al Escapulario de María".
Un misionero Carmelita de Tierra Santa fue llamado a suministrar la unción de los enfermos en el año 1944. Notó que mientras caminaba, sus pies se hundían cada vez mas en el fango hasta que, tratando de encontrar tierra firme, se deslizó en un pozo de fango en el que se hundía hacia la muerte. Pensó en la Virgen y besó su hábito el cual era escapulario. Miró entonces hacía la Montaña del Carmelo gritando: "¡Santa Madre del Carmelo! ¡Ayúdame! ¡Sálvame!". Un momento mas tarde se encontró en terreno sólido. Atestiguó mas tarde: "Sé que fui salvado por la Santísima Virgen por medio de su Escapulario Carmelita. Mis zapatos desaparecieron en el lodo y yo estaba cubierto de él, pero caminé las dos millas que faltaban, alabando a María".
-----
"También yo llevo sobre mi corazón, desde hace tanto tiempo, el Escapulario del Carmen! Por ello, pido a la Virgen del Carmen que nos ayude a todos los religiosos y las religiosas del Carmelo y a los piadosos fieles que la veneran filialmente, para crecer en su amor e irradiar en el mundo la presencia de esta Mujer del silencio y de la oración, invocada como Madre de la misericordia, Madre de la esperanza y de la gracia".
San Juan Pablo II
-------
fuente
https://www.ewtn.com/devotionals/carmel/fiesta_sp.htm
http://www.devocionario.com/maria/carmen_1.html
http://www.corazones.org/maria/carmen_virgen/a_carmen.htm
http://www.aciprensa.com/Maria/nsrcarmen/
edición de la foto
un devoto del rezo diario de las tres avemarías
Virgen del Carmen ruega por nosotros
No hay comentarios:
Publicar un comentario